La salud digital y los determinantes de salud

Una interesante gráfica de la empresa de comunicación en salud Goinovo -elaborada con una metodología basada en fuentes rigurosas-, nos muestra como un 89 % de los determinantes de la salud suceden fuera del entorno clínico. La última estimación que han realizado, con ajustes en noviembre de 2018, sitúa el peso relativo de las cinco categorías de los "determinantes de la salud", o su importancia en la carga de las enfermedades y defunciones, en:

36 % comportamiento individual y hábitos.
24 % circunstancias sociales
22 % genómica y biología
11 % cuidados médicos
9 % Entorno físico

En cada una de estas categorías puede hacer su aportación la salud digital.

Empezando con la que más categoría de más peso, el comportamiento individual y los hábitos, con ayuda de la mHealth se pueden reforzar la adquisición y mantenimiento de hábitos saludables. Y esto se puede hacer desarrollando intervenciones en las que el feedback que proporcionan podómetros, básculas digitales, monitores de sueño, etc. ayuden a un desarrollar un comportamiento más activo y consciente. Psicología de persuasión y sociabilización. Wearables y aplicaciones pueden ayudar también con el seguimiento de terapias para abandonar adicciones.

Las circunstancias sociales son más complicadas de abordar, pero si se puede conseguir llegar mejor a mas población, informando y facilitando la accesibilidad a entornos de aprendizaje. También la monitorizando entornos para mapear carencias (por ejemplo, ¿hay mayor nivel de contagio de gripe en un centro habitado por mayores aislados o en las afueras con familias con niños?). El ciudadano "empoderado" es una oportunidad para conseguir mejoras, y la educación un factor clave.

Sobre la genómica y la biología, la Inteligencia Artificial puede ayudar mucho a comprender, describir y actuar. La llamada medicina personalizada y la era "ómica" precisa de mucha capacidad computacional.

Los cuidados médicos se beneficiarán de todo lo anterior, y también de las posibilidades de monitorizaciones continuas, del conocimiento agregado y aumentado por la capacidad de proceso de las máquinas,

Y podremos monitorizar más y mejor aspectos del entorno físico, como la calidad del aire. Dicen expertos en biometerología que si en el s.XX el gran hito ambiental fué la potabilización del agua, el s. XXI probablemente será el siglo en el que hagamos algo con la calidad del aire.