Los recientes colapsos de servicios de internet tan emblemáticos como los de Twitter, Netflix o Spotify, han sido debidos a un tsunami (varios, finalmente) de peticiones de servicio, de aparatos (ioT) infectados por virus (zombies), organizados por piratas informáticos. Aunque parece que los ioT (o things/cosas conectadas a internet) son mayoritariamente cámaras de vigilancia, también una pulsera que registra actividad física podría ser objeto de la manipulación mediante virus...
DDoS son las siglas de Distributed Denial of Service. La traducción es “ataque distribuido de denegación de servicio”, y se produce cuando que se ataca al servidor simultáneamente desde una cantidad ingente de puntos, muchísimos más que su tráfico habitual (de ahí la metáfora del tsunami), hasta que este no tiene capacidad de dar respuesta y deja de funcionar. Básicamente, un DDoS sólo puede provocar la caída de la web. Dependiendo del tipo de web esto puede ser un desastre o no. Si la web genera dinero (venta online, publicidad), el propietario deja de ganar dinero mientras esa web está caída, sino es el caso, puede afectar mas a temas de imagen.
Pero, ¿qué objetivo tiene este tipo de ataques? Como protesta no está claro que sea una herramienta que proporcione resultados. Para lo que si que sirve es para mostrar la vulnerabilidad de algunos elementos de la red, en este caso, los equipos afectados de ioT, lo que facilitará-esperamos- un crecimiento en robustez. Pero no deja de ser curioso que los colapsos para mejorar sean provocados por personas. Lejos quedan los tiempos en que los principales retos a los que se enfrentaban los ingenieros los planteaban enigmas de la naturaleza, como la peligrosa frecuencia de resonancia que acabó con el precioso
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Fuentes:
- La gran inseguridad del Internet de las cosas, la culpable del ataque DDoS que noqueó la web
- Varios ataques DDoS masivos afectan a grandes sitios como Twitter, Spotify y GitHub
Fecha:23/10/2016 Autor: Imma Grau