Existen previsiones sobre el incremento del gasto sanitario y sociosanitario que estiman que en en el año 2050 alcanzará el 9% del Producto Interior Bruto de la Unión Europea. La carga económica del sistema se debe en parte al aumento de la esperanza de vida y también por el aumento de los recursos asociados al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. Así las cosas, se plantean medidas de racionalización del gasto entre las que pueden destacar las asociadas a la eHealth; y de forma más amplia, a la salud digital en su conjunto.
Ejemplo de la importancia que está tomando la salud digital, es el hecho de que la HIMSS ha propuesto premios de 100.000 dólares relacionados con el desarrollo de ideas en el campo del Big Data, uno de sus ámbitos estrella que comprende tanto el sector de los medical device, las biotech y el life science en su concepción más amplia.
¿Pero qué es en realidad el Big Data? Se define como un elevado volumen de datos estructurados, o no, que no se pueden procesar con métodos convencionales. Esta es una definición muy genérica que da idea de la amplitud de campos que abarca y la complejidad de su transformación en conocimiento.
Los campos de aplicación del Big Data en salud son amplios y pueden englobar desde la toma de decisiones en la gestión sanitaria (económica y clínica), la bioinformática (genómica y proteómica), la gestión de pacientes crónicos o hasta la salud pública en sus diferentes ramas: promoción de la salud, epidemiología, etc.
Ejemplo de éste último, es el modelo de análisis y previsión de la evolución de las enfermedades infecciosas como el reciente caso del virus del Ebola, donde se procesaron datos de google, twiter y facebook con el fin de interpretar la evolución de la infección
Se tendrá que seguir de cerca la evolución de la salud digital, si se quiere comprender el futuro del sector sanitario. Y sobre todo, tomar decisiones en este ámbito, argumentadas en gestión basada en la evidencia; y no en opiniones infundadas.
Pablo Gascón Vila
Fecha: 14-5-2017 Autor: Pau Gascón