és una fundació per a desenvolupar projectes socials de salut digitallLa pandemia del coronovirus Sars-Cov-2 ha cambiado nuestras vidas para siempre. A pesar de la grave crisis sanitaria, económica y social que ha provocado, este virus nos ha llevado también algunos cambios positivos que debemos aprovechar, como la rápida y generalizada implementación de la telemedicina y el teletrabajo. Muchos de estos cambios están directamente propiciados por la tecnología.
El IV Congreso de Tecnología y Salud Coronatech 2020, celebrado el 25 de junio, abordó desde varias perspectivas el rol de la tecnología en la crisis provocada por la Covid-19.. El evento, celebrado en una plataforma de realidad virtual, en la que tanto ponentes como público eran representados por un avatar, incluyó una mesa de debate sobre la época post-coronavirus, con las aportaciones de Manuel Armayones -Doctor en Psicología e investigador del Behavioural Design Lab del eHealth Center de la UOC-; Begoña Cendoya -abogada especialista en protección de datos-; Cristian Ochoa, psico-oncólogo del Institut Català d’Oncologia- y Andreu Veà -Doctor en Ingeniería Eléctrica y creador de Covid Warriors. La mesa fue moderada por Teresa Bau, directora de Comunicación de la Fundación iSYS.
Los ponentes coincidieron en que la pandemia había cambiado su vida de manera importante tanto a nivel personal como profesional. De forma positiva se destacó que se había perdido el miedo a lo online -en educación, trabajo, salud…- y que la situación había hecho más claras las prioridades en muchas personas.
Relación terapéutica digital
Cristian Ochoa mostró un estudio realizado en su centro sobre relación terapéutica online entre profesionales y pacientes. Destacó que aunque los pacientes diagnosticados de cáncer multiplican por 3 el tiempo de uso de internet, la mitad de ellos no comparten la información encontrada con su médico por miedo de perder su confianza. Por su parte, los profesionales tienen una relación paternalista con sus pacientes cuando interactúan a través de internet. Con todo, Ochoa mostró que el medio online tiene un gran potencial para construir una buena relación terapéutica entre médico y paciente que se debe trabajar.
La doctora Rocío Martínez-Nuñez, investigadora en biología molecular del King’s College de Londres, apuntó que la pandemia había provocado una “gran infoxicación” y que los científicos tenían la responsabilidad de comunicar y hacer llegar información rigurosa a la sociedad. Manuel Armayones destacó que nuestro comportamiento es por ahora “la única herramienta actualmente disponible para protegernos de coronavirus” y destacó dos retos con los que tendremos que lidiar como sociedad que convive con el coronavirus: el movimiento anti-vacunas -para cuando exista una vacuna- y las apps de rastreo de personas. De este tipo de tecnología habló Begoña Cendoya, que expuso el caso de Corea del Sur, que trabajó una exitosa estrategia de rápida detección y aislamiento del coronavirus altamente apoyada en la tecnología. Para ello usó una app de trazabilidad de contactos estrechos que, junto con otras actuaciones, redujo el número de contagios diarios de 800 a 100 en poco tiempo. Pero esta atrevida apuesta tuvo su contrapartida, pues el control de la población a través de las apps provocó la revelación de información sensible de ciudadanos, concretamente de personas que frecuentaban un club gay en donde se originó un brote, lo que desencadenó una ola de homofobia en el país. Este modelo de vigilancia de personas a través de los datos, que se mostró eficaz para disminuir el azote del virus pero que a la vez causa graves problemas éticos, es uno de los grandes puntos de debate que nos brinda la nueva época de convivencia con el virus.
Andreu Veà explicó como nació CovidWarriors una iniciativa de la sociedad civil que agrupa más de 500 profesionales multidisciplinares que, impulsados por Veà, decidieron implicarse en la lucha contra el coronavirus a través de varias acciones como la compra de robots para que los hospitales pudieran multiplicar el número de tests de la enfermedad o proporcionar tabletas a personas enfermas y aisladas en los centros sanitarios para comunicarse con sus familiares. Bajo el lema "No pidas permiso, ya pediremos perdón" la lucha de estos warriors "no acaba aquí", afirmó Veà, sino que trabajaran en otros grandes problemas de la sociedad como el cáncer o el cambio climático.
Una de las lecciones que hemos aprendido en esta pandemia ha sido que para gestionar correctamente una crisis es imperativo tener acceso a todos los datos disponibles -y datos que sean de calidad-, lo cual no ha sido posible durante este grave episodio que hemos vivido. Lo formuló el investigador del Barcelona Supercomputing Science Alfonso Valencia, presente en el debate desde la Fila 0. “Los datos son esenciales para gestionar la crisis del coronavirus y crisis más graves que se perfilan para el futuro, como la del cambio climático”, apuntó Valencia.
La Dra. Mireia Sans, directora del CAP Compte Borrell de Barcelona y Presidenta de la sección de eHealth del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) -también presente en la fila 0- apuntó que después del momento más duro de la crisis de la Covid-19, “nos toca reflexionar sobre el uso que hemos hecho de las herramientas digitales para poder usarlas más eficazmente a partir de ahora."