Un reciente informe sobre implantación de las apps en los grandes hospitales de Estados Unidos, de la consultora Accenture, alertaba sobre el hecho de que dos tercios de los centros hacían desarrollado Apps, que solo eran utilizadas por un 2 % de los pacientes. Y esto era debido a que solo unas pocas de estas apps permitían el acceso a las funcionalidades más deseadas por los pacientes: acceso a la propia historia clínica, a la cita previa y a la receta electrónica. Los desarrollos se habían realizado sin preguntar al paciente, o sin tener en cuenta sus preferencias.
Y los pacientes, acostumbrados a las funcionalidades que ofrecen otros sectores, no se identificaban con unas apps desarrolladas, posiblemente, para no quedar fuera de la moda.
Mientras tanto, otro informe, este de Research2guidance, explica como disminuye el numero de profesionales dispuestos a “recetar” apps de salud del 65 % en 2010 al 48 % en 2015. Esto deja al paciente/consumidor más “solo” frente a los markets y a desarrollos variopintos. Y a un mercado que va subiendo en descargas (aproximadamente 3 mil millones de descargas en 2105, frente a los 1,7 mil millones en 2013 y 2,3 millones en 2014), aunque el 62 % de los editores de aplicaciones – se estima que hay unos 45.000- genera menos de 5.000 descargas en toda su cartera de aplicaciones.
Los pronósticos de estos expertos concluyen que en los próximos cinco años, los usuarios guiarán sus elecciones por lo que vean en las tiendas de aplicaciones de los dispositivos móviles, más que por las recomendaciones de los proveedores de salud. Pero que trás el oleaje, los actores tradicionales del sector, volveran a recuperar su influencia...
¿Y mientrás tanto? Pues de momento, desde la fundación recomendamos acudir a catálogos públicos de apps de instituciones de confianza.
Fuentes: Doctors Still Don’t Trust mHealth Apps y Hospitals are Missing the Mark on mHealth Apps
Fecha: 24/4/2016 Autor: Redacción