Desde que la sociedad cuenta con lengua y cultura, practica la inteligencia colectiva. Con la introducción progresiva de la imprenta, los medios de comunicación y últimamente internet, debiéramos estar con una capacidad sin precedentes de aumentar el conocimiento. Pero ¿se consigue realmente? Esta cantidad vertiginosa de información que se puede encontrar en la red ¿se procesa en conocimiento?
Últimamente he tenido acceso a diversos abordajes teóricos. Uno de ellos correspondería a una visión de orden y compilación, en base a la visión técnica de los documentalistas. Desde principios del milenio se ha estudiado y debatido sobre la “Web invisible” o la “Deep Web”. Representa que los buscadores a los que acudimos de forma habitual, nada más indexan del orden del 10 al 20 % de los contenidos agregados a la red. Existirían unas barreras en el diseño de los buscadores que impedirían, en la mayoría de los casos (webs dinámicas, bases de datos, etc), acceder a información de interés. Pierre Lèvi, en una de sus líneas de investigación desarrolla un lenguaje que persigue conseguir un mejor mapeo de los contenidos, que permita ordenar la información y por tanto indexe el conocimiento en internet.
Otro abordaje intenta predecir en que condiciones se dará un crecimiento de la inteligencia colectiva, pero ya no refiriéndose a Internet como un TODO, sino a grupos de usuarios, a comunidades. En las comunidades de práctica y las de aprendizaje se da por descontado el espíritu colaborativo. Pero, ¿cuándo se produce realmente conocimiento? James Surowiecki apunta como factores de éxito:
- Diversidad de opinión: cada persona debe ser capaz de pensar y actuar independientemente, cuento mayor diversidad mayor incremento de inteligencia colectiva.
- Independencia: cada individuo debe sentirse verdaderamente libre para expresar su opinión, sin que esta última sea influenciada por los demás, sin coerciones.
- Descentralización: las aportaciones deben ser sin jerarquía, sin directrices centralizadas, aportando una dimensión local propia.
- Totalización: debe haber un mecanismo que sumarice y resuma las aportaciones. Sintetice el conocimiento.
Otro factor a tener en cuenta sería la dimensión del grupo. Apuntan diversos autores que ni demasiado grande ni demasiado pequeño. Dunbar concluyó en sus estudios que el cerebro humano es capaz de relacionarse hasta con unas 150 personas. Quizas el orden de magnitud de una comunidad capaz de sintentizar conocimiento estaria sobre esta cifra.
Quedaría pendiente cómo valorar si se ha producido un incremento del conocimiento colectivo, para ratificar estas teorías.
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Imma Grau
Fecha publicación: 27/05/2011