La transformación digital a gran escala de los sistemas de salud no es una tarea rápida y fácil. Aunque ha habido grandes avances en el diseño de nuevas tecnologías, su implementación requiere cambios sistémicos a largo plazo, incluyendo un cambio importante en la cultura de uso de los datos. Más inversión es necesaria para elevar el papel de la salud digital en los sistemas de salud para que su impacto positivo pueda ser máximo.
En 2019, la OMS lanzó su primera guía sobre intervenciones digitales en los sistemas de salud (WHO Guideline: Recommendations on Digital Interventions for Health System Strenghtening) para asegurar que la implementación de intervenciones desde los Estados esté basada en la evidencia científica.
El pasado mes de septiembre ha publicado la guía Digital implementation investment guide (DIIG): integrating digital interventions into health programmes, diseñada para ayudar a gobiernos y técnicos a planificar intervenciones digitales dentro de los programas de salud. Los proyectos de salud digital, explica la guía, deben apoyar la consecución de los objetivos generales de los sistemas de salud.
El documento, muy detallado, estructura paso a paso los procesos de planificación, cálculo de costes e implementación de intervenciones de salud digital. A continuación ofrecemos un resumen de los procesos detallados en la guía:
1.Formar al equipo y establecer objetivos
2.Identificar los desafíos y las necesidades del sistema de salud
3.Determinar las intervenciones de salud digital apropiadas
4.Planificar su implementación
5.Vincular la intervención de salud digital a la arquitectura del proyecto
6.Desarrollar un presupuesto
7.Monitorizar la implementación y utilizar los datos de forma efectiva
8.Propuesta de Valor y próximos pasos
El primer paso es establecer elequipo. Será necesario buscar profesionales con conocimientos en estas tres áreas: governanza, gestión y operaciones. La guía detalla de forma más detallada los perfiles indicados para cada una de estas áreas y sus roles.
Una vez se ha formado el equipo, es importante asegurarse de que hay una comprensión común de los objetivos del programa por parte de todos los stakeholders y ver cómo estos objetivos se alinean con la estrategia nacional de salud digital del país (si es que existe).
A continuación, se deberán definir las necesidades y problemas a resolver (pain points). A partir de aquí se podrán diseñar intervenciones digitales que den respuesta a estos problemas. La guía recomienda la metodología CRDM (Public Health Informatics Institute’s Collaborative Requirements Development Methodology) para llevar a cabo este proceso, que incluye 3 puntos: análisis de los procesos de actividad, rediseño de los procesos y definición de requerimientos.
Una vez identificados los procesos y ámbitos de mejora, es necesario repensar la forma en que se realizan las tareas y seleccionar las intervenciones de salud digital que serán útiles para abordar las necesidades detectadas. En la guía se pueden encontrar detalladas las diferentes intervenciones de salud digital que ha definido la OMS. Por otro lado, es importante tener en cuenta las recomendaciones sobre cómo deben ser las intervenciones: deben usar estándares abiertos; datos abiertos, software libre e innovación abierta. También es recomendable reutilizar y mejorar tecnología ya existente.
Ahora que ya hemos priorizado las intervenciones digitales necesarias, es el momento de planificar cómo se va a realizar su implementación. Es imprescindible realizar un detallado plan de implementación con la correspondiente documentación necesaria. En este momento debemos tener en mente uno de los principios fundamentales para el desarrollo digital: la sostenibilidad.
El plan de implementación tendrá en cuenta estos factores:
Infraestructuras (electricidad, conectividad, dispositivos, competencias digitales e idioma)
Legislación, normativas y compliance. Gestión de los datos.
Liderazgo y governanza
Personal y necesidades de formación
Servicios y aplicaciones (dispositivos y software usados para gestionar la información)
Estándares y interoperabilidad (asegurar la interoperabilidad es crítico para el éxito de las intervenciones de salud digital)
Alineación con la estrategia nacional de salud digital y su plan de inversión.
Para asegurarnos que las intervenciones digitales no se quedan en actuaciones aisladas, es importante no invertir en sistemas digitales fragmentados. Nuestra intervención deberá integrarse en la arquitectura del sistema. Esto implica identificar tecnologías, bases de datos y marcos regulatorios ya existentes que puedan ser reutilizados.
Una vez realizados estos análisis, ha llegado el momento de elaborar el presupuesto de la intervención. Es importante identificar los factores de coste para cada fase de la implementación y diseñar un presupuesto para todo el ciclo de vida del proyecto. Puede ser interesante explorar la oportunidad de co-financiación con otros programas de salud en donde puede haber sinergias.
Para finalizar, nuestro plan debe incluir la monitorización y evaluación de la intervención a través de datos objetivos (“Be data driven”), además de la mejora continuada. En este sentido, debemos crear un entorno que valore la recogida de datos de alta calidad y que impulse la toma de decisiones a partir de estos datos.
En conclusión, la implementación de una intervención de salud digital debe cumplir los siguientes requisitos:
-Aborda problemas y necesidades previamente identificados
-Está alineada con la estrategia nacional de salud digital
-Se adapta bien al contexto y ecosistema local
-Se integra en un programa de salud y en la arquitectura del sistema, por lo que contribuye alcanzar objetivos generales el sistema de salud.