La rosetta biomédica Traduciendo la ciencia Pau Gascon e Imma Grau
El ciclo académico de una investigación biomédica finaliza, cuando los resultados de ésta se publican en una revista especializada, compartiéndolos con el resto de la comunidad científica (1).
Fue en los tiempos del renacimiento cuando se empezó a publicar de forma sistemática los resultados de las investigaciones, por parte de las recién surgidas sociedades científicas, en revistas. La Royal Society en Londres (1662) y de la Académie des Sciences en París (1666) iniciaron la publicación de las revistas científicas Philosophical Transactions y Mémories.
Desde esos tiempos hasta la actualidad la publicación en revistas científicas se ha diversificado y la complejidad, sobre todo para un profano, ha aumentado de forma considerable. Bucear en en el universo de las revistas científicas, sin pertenecer al mundo de la investigación no es sencillo: formatos, prestigio y contenidos obedecen a una serie de premisas que se han ido modelando y ordenando, conforme la investigación se convertía también en algo frecuente y competitivo.
Se han tenido que establecer normas para publicar trabajos, realizar revisiones "por pares" (otro científico cualificado revisa la corrección metodológica y de contenido) y clasificar las revistas por especialidades, tipo de trabajos que presentaban (investigaciones originales, revisiones o comunicaciones, por ejemplo) indexación (creación de index) y prestigio.
Los índex, son organismos que se crearon para almacenar y registrar de manera selectiva documentos organizados sistemáticamente a fin de proporcionar visibilidad a los datos, facilitándose con ellos su búsqueda y recuperación. Para las revistas científicas existen múltiples índex: el ISI (Internacional Science Index) y el SSCI (Social Science Citation Index). En el caso latinoamericano Latindex, SCielo, Clase, Redalyc y muchos más.
Así que el dónde se ha publicado el artículo que nos interesa leer, en qué revista, nos da información de cómo lo percibe la comunidad científica la relevancia del trabajo de investigación.
Otros datos, como situar la investigación sobre la que vamos a leer en la jerarquía de "potencia metodológica" (es más importante un ensayo clínico aleatorizado y bien controlado, que un caso clínico), observar la calidad de la evidencia hallada y grado de recomendación obtenida (clasificada con notas, que van desde la A hasta la I) son conceptos importantes a conocer (2).
Y finalmente, el artículo en si mismo. Aquí el elemento comunicacativo tiende a presentar una forma bastante uniforme. Se trata de la redacción estructurada de unos resultados tras realizar la comprobación/refutación de una hipótesis en un campo del saber (3).
Su estructura se divide en: resumen, introducción, metodología, resultados, discusión y conclusiones.
- La introducción sitúa al lector en la situación y conocimiento actual sobre el tema a estudio.
- La metodología describe el cómo se ha realizado la investigación, por ejemplo; diseño del estudio, trabajo de campo, métodos de laboratorio y estadísticos; de forma que si alguien, teóricamente, quiere reproducir ese estudio sea capaz de hacerlo.
- Los resultados, en forma de tablas o gráficos, describen los hallazgos de la propia investigación. Y por último la discusión y conclusiones, contrastan los resultados obtenidos con el conocimiento actual sobre el tema, abre nuevas hipótesis y líneas de trabajo; y resume los puntos clave aportados al campo de investigación.
(1) La Comunicación científica http://www.finlay.sld.cu/publicaciones/normastecnicas/curso.pdf
(2) Niveles de evidencia y grados de recomendaciónhttp://www.svpd.org/mbe/niveles-grados.pdf
(3)Introduction to Journal Style Scientific Writing http://abacus.bates.edu/~ganderso/biology/resources/writing/HTWgeneral.html